El agua es una gran fuente de salud, y
no sólo te hidrata, aquí te detallamos de otros grandes beneficios.
Ayuda a lubricar y suavizar tus
ligamentos y músculos. El agua es una parte muy importante del fluido que
permite el movimiento de articulaciones.
Elimina las toxinas de tu organismo y
disminuye el riesgo de enfermedades el hígado y los riñones.
Beber agua regularmente te ayuda a
controlar tu peso al evitar que confundas el hambre con la sed. Mantiene los
sistemas de tu cuerpo, como el metabolismo y la digestión, en funcionamiento óptimo.
Mantiene Humectada tu piel y permite que tenga
una consistencia suave. Es fundamental para mantener su elasticidad y evitar la
resequedad.
Reduce considerablemente el riesgo de
un ataque cardiaco. Se ha demostrado que aquellas personas que beben más de
cinco vasos al día tienen menos riesgo de morir de ataques al corazón o
enfermedades cardiacas.
Por lo
generalLa medicina tradicional
recurre siempre a la frase "bebe muchos líquidos al estar enfermo".
El agua controla la fiebre, recupera el líquido perdido y diluye las
secreciones.
Previene el estreñimiento al añadir
fluidos al colon.
Disminuye el riesgo de infecciones y
enfermedades al combatir los cálculos renales y disminuir las probabilidades de
que generes infecciones del tracto urinario, riñones y vejiga.
Te ayuda a regular la temperatura corporal. La transpiración es el mecanismo natural del cuerpo
para ello. Para sudar necesitas mucha agua.
Un
adulto promedio pierde de 2 a 3 litros de líquido (10 vasos aprox.) por día
gracias al sudor, exhalación, orina y defecación. Hasta la más mínima
deshidratación puede disminuir la concentración, causar dolores de cabeza,
irritación y cansancio.
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